Un grupo de expertos del Instituto de Tecnología de Illinois publicaron un estudio que analiza las emisiones de partículas de las impresoras domésticas, y uno de los principales resultados fue que el uso de tales dispositivos en áreas sin ventilación podría dar lugar a problemas de salud.
Para realizar la prueba, Brent Stephens y su equipo utilizaron los cinco modelos de impresoras 3D más populares en Chicago. Según el informe, los modelos que utilizan ABS y polímeros PLA como materia prima fueron clasificados como «grandes emisores» de partículas ultrafinas (UFP, por sus siglas en inglés).
Debido a su tamaño, las UFP pueden ser depositados en los pulmones y se absorben directamente en el torrente sanguíneo. Las altas concentraciones de UFP se han relacionado con el cáncer de pulmón, los accidentes cerebrovasculares, y el desarrollo de los síntomas del asma.
Según The Verge, los investigadores creen que los usuarios deben tener cuidado al utilizar las impresoras 3D en ambientes cerrados sin ventilación o mal filtrada. También piden que más experimentos se llevaron a cabo en más impresoras comerciales para entender mejor la toxicidad de las emisiones de partículas de los dispositivos y de las materias primas que se utilizan actualmente.