Recientemente la empresa de seguridad informática Kaspersky, junto a B2B International, presentaron una investigación que informa sobre el especial interés de los cibercriminales respecto a los jóvenes que utilizan celular. ¿Por qué? Ya que son más propensos a perder sus teléfonos. Todo esto durante el último año (2015/2016).
En el último año, más de uno de cada cuatro usuarios jóvenes de Internet ha perdido sus dispositivos (17%) o les han sido robados (13%), con un tercio que ha perdido el acceso a sus cuentas en línea, o ha sufrido la pérdida de la privacidad de sus datos como resultado. Los usuarios jóvenes pierden dispositivos con mayor frecuencia que otros adultos.
Mientras que uno de cada siete usuarios (14%) en general ha experimentado la pérdida o robo de un celular, esta cifra se eleva al 26% entre los usuarios menores de 24 años. De los afectados entre las edades de 16 a 24 años, el 83% dice que sufrió posteriormente consecuencias negativas, una cifra ligeramente superior al promedio global del 77%.
Un tercio (32%) de los que se encuentran entre las edades de 16 a 24 años ha tenido sus cuentas en línea pirateadas como resultado (comparado con el 27% en promedio). Uno de cada cuatro ha sufrido la pérdida permanente de preciadas imágenes personales y vídeos (25%), junto con la filtración de información personal y confidencial (24%).
En general, una quinta parte de los usuarios fueron regañados en el trabajo después de haber perdido su dispositivo o de que este les fuera robado, ya que el dispositivo en cuestión contenía datos del negocio (22%). Además, una quinta parte se dio cuenta de que los detalles financieros almacenados en el dispositivo habían sido mal utilizados (21%).
¿Y si me roban el celular?
Al quedar afectados por la pérdida o robo, y para protegerse, sólo cuatro de cada diez bloqueó el dispositivo a través de su proveedor de telefonía móvil o informó el incidente a la policía, y sólo el 29% limpió el dispositivo de forma remota o trató de localizarlo usando el software de ‘encontrar mi dispositivo’ (15%).
Sin embargo, los cibercriminales saben que es fácil que nuestros dispositivos, cuando se pierden o son robados se conviertan en ‘amienemigos’ digitales. La pérdida o robo del celular no es sólo un inconveniente, sino una violación de la propia identidad y privacidad del usuario. Por tanto, es imperativo que este dispositivo sea, al menos, protegido con contraseña, que todos los datos delicados se cifren, y que las aplicaciones móviles de seguridad estén al día.