La National Security Agency (NSA) ha negado en repetidas ocasiones que haya hecho un seguimiento de ubicaciones de los estadounidenses, pero sus documentos secretos revelan que los datos GPS de celulares han sido utilizados para crear una red de sospechosos vinculados a los estadounidenses.
La NSA experimentó con un programa secreto de seguimiento de ubicación de celulares en 2010, pero posteriormente dejó de lado la idea.
Y si bien la existencia de este proyecto piloto fue información desclasificada recientemente por el Director Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos, James R. Clapper, la misma no ha sido informada de forma pública.
«En 2010 y 2011 la NSA probó la capacidad de los sistemas para manejar el formato de datos, pero los datos no fueron utilizados para ningún otro propósito, y no estuvieron disponibles para su posterior análisis», indica un reportaje de The New York Times que reproduce lo que sería la respuesta de Clapper ante el Senado en caso de que le preguntaran al respecto.
Según el medio, se trata de una respuesta que Clapper escribió en un borrador que fue obtenido por el New York Times.
Un funcionario familiarizado con el proyecto de prueba le dijo al medio que su objetivo era ver cómo los datos de localización funcionarían en los sistemas de la NSA, y que si bien utilizaron datos reales, la información recolectada nunca se usó como prueba en ninguna otra investigación.
Por ahora, queda la duda de cuál fue la cantidad de personas investigadas, o si esos datos aún siguen en manos de la NSA.
Por su parte, el senador Ron Wyden, un demócrata de Oregon que recibe informes clasificados ya que forma parte de la Comisión de Inteligencia, ha expresado su preocupación sobre te tema.
“Después de años de evasivas sobre si el gobierno nunca ha rastreado o ha tenido la intensión de rastrear la ubicación de los estadounidenses que respetan la ley -a través de sus teléfonos celulares- una vez más las cabezas de la NSA solo han contado una parte de la historia”, dijo Wyden.