El lanzamiento del iPhone 17 provocó un nuevo debate sobre la durabilidad de los teléfonos de Apple. Usuarios y pruebas independientes detectaron que algunos modelos, en especial los iPhone 17 Pro y Pro Max en colores azul profundo y naranja cósmico, muestran marcas visibles con facilidad. La situación afecta también al iPhone Air en negro espacial, lo que generó dudas entre consumidores que acaban de adquirir estos dispositivos.
Las primeras alertas surgen en tiendas Apple, donde unidades de demostración aparecen con rayones y desgaste al poco tiempo de exhibirse. Según la compañía, estos daños no corresponden a arañazos reales, sino a «transferencia de material» causada por bases MagSafe desgastadas en los soportes de exhibición. Apple asegura que esas marcas se eliminan con limpieza y que ya trabaja en reemplazar los accesorios en tiendas para evitar nuevos casos.
No obstante, pruebas realizadas por especialistas como JerryRigEverything y iFixIt muestran que el problema va más allá del entorno minorista. En sus análisis, el anodizado que recubre el aluminio de los iPhone 17 Pro no se adhiere correctamente a los bordes afilados del módulo de cámaras. Al frotar llaves, monedas o incluso una moneda, la capa de color se desprende en esas zonas, dejando ver el metal debajo. Este fenómeno, denominado «spalling», ocurre porque la estructura no cuenta con un bisel o curvatura que proteja los bordes.
Falla en el diseño del iPhone 17 Pro
Los reportes señalan que los modelos con acabado en tonos oscuros hacen más evidente el desgaste. Aunque las superficies planas resisten mejor y permiten que los restos se limpien sin dejar huella, los bordes siguen siendo puntos débiles. La situación recuerda a controversias previas de la marca, como el «Bendgate» de 2014 con el iPhone 6 Plus.
Apple defiende la elección de aluminio frente al titanio utilizado en la generación anterior. Argumenta que este material ayuda a mantener temperaturas más bajas y que el anodizado aplicado cumple e incluso supera los estándares de la industria. Sin embargo, expertos advierten que la decisión de priorizar un diseño de bordes rectos, sin chamfer ni curvatura, incrementa la posibilidad de desprendimiento en la zona de la cámara.
En otras pruebas de resistencia, el iPhone 17 Pro demuestra solidez frente a caídas y presión, pero queda en evidencia que los bordes de su módulo fotográfico son especialmente frágiles frente a objetos cotidianos. Para evitar daños estéticos, la recomendación es usar utilizar una funda protectora, ya que las marcas son de carácter cosmético y no afectan el rendimiento de este caro dispositivo.