Meta reorganizó por completo su división de inteligencia artificial con la creación de Meta Superintelligence Labs, una nueva unidad destinada a acelerar el desarrollo de tecnologías de ‘superinteligencia’. La compañía reunió todos sus equipos dedicados a modelos fundacionales, productos y proyectos de investigación avanzada bajo esta nueva estructura, y puso al frente del grupo a Alexandr Wang, ex CEO de Scale AI, como director general de IA.
Por otra parte, también contrató e incorporó a sus filas a Nat Friedman, antiguo jefe de GitHub, para liderar el área de productos de IA e investigación aplicada. Friedman y Wang trabajarán en conjunto para coordinar tanto los desarrollos tecnológicos como la implementación práctica de los avances en productos.
La apuesta fue acompañada por una fuerte inversión de 14.300 millones en Scale AI, con lo que Meta selló la incorporación de Wang y parte de su equipo. En paralelo, Zuckerberg también intentó adquirir Safe Superintelligence, una startup fundada por Ilya Sutskever, aunque la oferta fue rechazada. A pesar de eso, Meta logró fichar a Daniel Gross, ex CEO de esa firma, sumándolo a sus filas junto a otros investigadores provenientes de OpenAI, Anthropic y Google DeepMind.
Contrataciones clave para la ‘superinteligencia’ de Zuckerberg
El nuevo equipo sumó a 11 perfiles técnicos con experiencia directa en los modelos más avanzados del sector. Entre ellos figuran investigadores que trabajaron en GPT-4, GPT-4o, Gemini, Muse, o3 y o4-mini. Algunos de los nombres destacados incluyen a Pei Sun, Hongyu Ren, Shuchao Bi, Ji Lin, Huiwen Chang, Jiahui Yu y Joel Pobar, entre otros. Estas incorporaciones permitieron a Meta reforzar capacidades en razonamiento, generación de imágenes, síntesis de voz, datos sintéticos y entrenamiento multimodal.
Zuckerberg aseguró que Meta se encuentra en una posición privilegiada para liderar el desarrollo de superinteligencia, gracias a su estructura empresarial, su experiencia en productos de consumo masivo y su infraestructura tecnológica. El ejecutivo afirmó que el objetivo a mediano plazo es avanzar hacia una nueva generación de modelos que rebasen los límites actuales, apoyándose en la línea Llama, cuyas versiones 4.1 y 4.2 están en desarrollo. Actualmente, más de mil millones de usuarios utilizan las soluciones de IA de Meta cada mes.
Una visión ambiciosa con paralelismos tecnológicos
En avisos internos, Zuckerberg expresó que la superinteligencia podría marcar el inicio de una nueva era para la humanidad, al brindar herramientas con capacidades «sobrehumanas» para tareas creativas, científicas y tecnológicas. En su visión, los sistemas de IA no solo podrán colaborar en programación o atención al cliente, sino también facilitar el desarrollo de soluciones médicas, descubrimientos científicos o productos culturales.
Sin embargo, el anuncio también despertó comparaciones con el entusiasmo previo que Zuckerberg generó en torno al metaverso, una apuesta que no logró consolidarse en la práctica. En entrevistas recientes, el CEO contrastó esa experiencia señalando que, a diferencia del metaverso, los productos de IA ya tienen uso masivo, y su impacto en la productividad y creatividad individual podría ser mucho más tangible. Destacó que los desarrolladores de la empresa ya integran herramientas de IA en sus flujos de trabajo y que el ritmo de adopción crece más rápido de lo previsto.
La nueva estrategia incluye también una narrativa en la que la IA sería capaz de aliviar la soledad y la falta de vínculos sociales, al permitir interacciones personalizadas con agentes artificiales. Según Zuckerberg, muchas personas «quieren más conexión de la que tienen» y los asistentes inteligentes podrían atender esa demanda.