En las últimas horas han aparecido varias publicaciones en redes sociales desde Zhengzhou, China, en la principal -y más grande- fábrica del iPhone a cargo de la empresa taiwanesa Foxconn. ¿La razón? Violentas protestas entre trabajadores y guardias, junto a la policía, quienes se manifiestan por sueldos impagos y deficientes condiciones laborales.
Las imágenes y videos de los enfrentamientos, muestran a trabajadores peleando contra la policía y otros oficiales resguardados en trajes blancos contra materiales peligrosos. Considerando que la sede de Zhengzhou de Foxconn, ha estado bajo encierro por semanas debido a la política de ‘Covid Cero’ que hay en el país y en dicho complejo.
Es más, por estas mismas restricciones, Apple había anunciado (a principios de este mes) que esperaba una menor cantidad de envíos del iPhone 14 por las interrupciones laborales que hay justamente en esa fábrica de Foxconn. Conocida localmente como la «Ciudad iPhone», donde aproximadamente 200.000 trabajadores son los responsable de la mayor parte en la fabricación del teléfono inteligente de Apple a nivel mundial.
Según lo reportado por The Wall Street Journal, las protestas comenzaron ayer (martes) cerca de las casas habitacionales de los empleados, ubicadas dentro del misma fábrica. Los motivos son varios, pero principalmente por los estrictos controles de COVID-19 que aisló a empleados del exterior, forzándolos a vivir y trabajar en el mismo lugar con comida y suministros limitados. Incluso algunos se quejaban que no los separaban y los hicieron convivir entre trabajadores infectados y sanos.
Desde octubre pasado, muchos trabajadores han escapado del encierro forzado desde la fábrica de Foxconn y la empresa ha prometido incentivos, como aumentos de sueldos y bonos, para retener a las personas. Cuestión que tampoco se ha cumplido.
Y ahí está el otro gran motivo a estas violentas protestas. Porque justamente la empresa no ha cumplido con el pago de estos incentivos. Reportes y comentarios que hizo la BBC contó que los trabajadores gritaban por sueldos atrasados, acusando que la compañía les cambió el contrato para que no cumplan con el subsidio que les prometieron. Incluso que «los encerraban y no les entregaban comida». Y por lo mismo «si ellos no acatan nuestras necesidades, seguiremos luchando».