Warner Music Group puso fin a la demanda por infracción de derechos de autor contra la plataforma de inteligencia artificial Suno y selló un acuerdo que la convierte en la primera gran discográfica en asociarse formalmente con una empresa de generación musical por IA. El pacto permitirá que los artistas decidan si sus voces, nombres e imágenes se utilizan en composiciones creadas mediante el sistema, un paso clave en la relación entre la industria y las nuevas tecnologías.
El convenio llega pocos días después de que Warner alcanzara un entendimiento similar con Udio, otro servicio de música generada por inteligencia artificial. Ambos acuerdos marcan un cambio de estrategia para la compañía, que ahora busca integrar la IA en sus operaciones bajo un marco de licencias, en lugar de continuar con litigios prolongados.
Nuevos modelos y cambios en Suno
El acuerdo establece que Suno lanzará en 2026 nuevos modelos de generación musical con licencia, los cuales sustituirán a los actuales. Estas versiones incluirán restricciones en el acceso y las descargas. Solo los usuarios de pago podrán descargar las canciones que generen, con límites mensuales y la opción de comprar descargas adicionales. Quienes usen la plataforma de forma gratuita podrán escuchar y compartir sus creaciones dentro del sistema, pero no descargarlas.
Como parte de la alianza, la startup adquirió Songkick, la aplicación de descubrimiento de conciertos y eventos en vivo que Warner Music poseía desde 2017. Suno planea mantener la operación del servicio y aprovecharlo para reforzar la conexión entre artistas y seguidores dentro de su ecosistema digital.
El consejero delegado de Warner Music, Robert Kyncl, dijo que el pacto garantiza que los músicos firmados con la compañía, entre ellos Coldplay, Ed Sheeran, Lady Gaga y The Weeknd, mantendrán el control total sobre cómo se utilizan sus obras y semblanzas digitales. Afirmó que la inteligencia artificial puede ser «pro-artista» siempre que funcione bajo modelos con licencia que respeten el valor del trabajo creativo.
El acuerdo se produjo después de que Suno reconociera haber empleado amplias colecciones de archivos musicales disponibles en Internet para entrenar su sistema, lo que provocó las demandas de Warner, Universal Music Group y Sony Music Entertainment por uso no autorizado de material protegido. Mientras Universal y Sony continúan sus procesos judiciales, Warner optó por resolver sus disputas mediante licencias, abriendo una vía de cooperación que podría modificar la relación entre las discográficas y la inteligencia artificial.




