El Gobierno de Chile y Google firmaron un acuerdo para construir un cable submarino de fibra óptica que unirá directamente la región de Valparaíso con Australia. Esta iniciativa, llamada «Cable Humboldt», tendrá una extensión superior a los 14.000 kilómetros y será la primera conexión transoceánica de su tipo entre Sudamérica y Oceanía.
La infraestructura conectará Valparaíso con Sídney, atravesando la Polinesia Francesa. Permitirá el tránsito de datos más rápido y seguro entre ambos continentes, sin depender de las rutas actuales que conectan el sur del continente americano a través del norte. Este proyecto fue anunciado inicialmente en enero de 2024 y se espera que comience a operar a fines de 2026.
Humboldt Connect: la empresa a cargo del proyecto
Para llevar a cabo la instalación y operación del cable submarino, se creó una nueva compañía llamada Humboldt Connect. Esta sociedad fue constituida con participación igualitaria entre Google y la empresa estatal chilena Desarrollo País. Será la primera vez que Google establece una empresa conjunta con un Estado. La nueva firma se encargará de la construcción, habilitación y posterior comercialización de la capacidad del cable.
El objetivo de Humboldt Connect será garantizar el éxito de la operación técnica y liderar las relaciones comerciales con empresas de telecomunicaciones, proveedores de contenido y redes académicas internacionales. La ceremonia de firma del contrato contó con autoridades chilenas y ejecutivos de Google, incluyendo al canciller Alberto van Klaveren, el ministro de Transportes Juan Carlos Muñoz y el director general de Google para la Región Andina, Edgardo Frías.
Desde el Gobierno destacaron que esta conexión digital representa un paso decisivo para consolidar a Chile como un punto clave en el tráfico global de datos. El gerente general de Desarrollo País, Patricio Rey, indicó que este modelo de asociación público-privada busca posicionar al país como un centro de conectividad relevante en el hemisferio sur. Aunque Google no especificó el monto exacto de su inversión, se estima que el costo total del proyecto podría fluctuar entre los 300 y 550 millones de dólares. Chile aportará alrededor de 25 millones.
El cable submarino como motor de transformación digital
La instalación del cable Humboldt fue presentada como un paso estratégico para convertir a Chile en un nodo digital del Pacífico sur. Desde el Ejecutivo se indicó que esta iniciativa fortalecerá la infraestructura necesaria para el desarrollo de tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial, centros de datos y conectividad satelital.
Al permitir una conexión directa con Oceanía, el cable también abre oportunidades para industrias locales de software y servicios digitales que dependen de altas velocidades y baja latencia. A nivel regional, se anticipa que países vecinos como Argentina, Brasil y Paraguay podrían verse beneficiados con un acceso indirecto a esta red, ampliando su conectividad internacional.
Además de reforzar la posición de Chile en el ámbito digital, la obra también se inscribe dentro de una estrategia geopolítica que busca diversificar rutas y reducir la dependencia de conexiones por el hemisferio norte. Según se indicó en las comunicaciones oficiales, se prevé que los trabajos de instalación comiencen durante 2025.