Meta anunció un acuerdo de 20 años con la empresa Constellation Energy para recibir energía del Clinton Clean Energy en Illinois. Sin duda, este movimiento va de la mano al crecimiento de las operaciones basadas en inteligencia artificial, que han disparado la demanda energética de todos los centros de datos del imperio Zuckerberg.
A partir de 2027, la compañía comenzará a comprar la totalidad de los atributos energéticos de esta instalación, en una jugada que involucra el uso directo de energía nuclear para alimentar parte de su infraestructura tecnológica en Estados Unidos.
Aunque la electricidad seguirá distribuyéndose en la red local y no llegará de forma directa a los centros de datos de Meta, el contrato le permitirá compensar su consumo mediante créditos de energía limpia. La planta Clinton, que produce actualmente unos 1.121 megavatios, mantendrá sus operaciones sin apoyo estatal cuando finalice en 2027 el programa de créditos por cero emisiones del estado de Illinois. La empresa energética destacó que el acuerdo servirá como reemplazo directo de ese subsidio público.
Apostando por la energía nuclear en IA
Además de mantener activa una planta que había sido considerada para su cierre en 2017, el contrato con Meta contempla una ampliación de la red eléctrica con 30 megavatios adicionales. Esto equivale a abastecer anualmente una ciudad de unas 30.000 personas, según estimaciones. Con esta decisión, se garantizará la continuidad laboral de más de 1.100 empleados y una inyección fiscal anual de 13,5 millones de dólares a las arcas locales.
Meta se suma así a una tendencia creciente entre grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Amazon y Google, que han comenzado a apostar por la energía nuclear como fuente confiable y libre de emisiones para sostener el ritmo de crecimiento de sus plataformas de IA. En el caso de Clinton, Constellation afirmó que el respaldo corporativo permite evitar depender del dinero de los contribuyentes para extender la vida útil del reactor hasta 2047.
La compañía liderada por Zuckerberg, que había barajado construir su propio centro de datos nuclear, pero abandonó el plan tras detectar una especie de abeja rara en los terrenos seleccionados, también mantiene en curso una convocatoria nacional para sumar entre 1 y 4 gigavatios de capacidad nuclear adicional en los próximos años. En respuesta a esa solicitud, más de 50 propuestas de distintos actores del sector han llegado desde al menos 20 estados.