Nació en los salones de la aristocracia europea en el siglo XIX y llegó a Las Vegas en el XX. Hoy, gracias a Internet y las conexiones 5G es una de las propuestas de mayor crecimiento en el mercado de los juegos de casino en Chile.
Estamos hablando del «Baccarat» (o bacará, como también se le conoce en español) un popular juego de cartas que se destaca en las salas de apuesta por su dinámica rápida de cada partida. Según sitios como Google, se encuentra el término bacará se encuentra entre los diez más buscados en Chile. Es una demostración del interés del pueblo chileno por conocer más detalles de este juego.
Un juego con historia y reglas sencillas
Entender por qué tanta gente se siente atraída por el bacará requiere, antes de todo, explicar su dinámica. El objetivo es acercarse lo más posible al valor de nueve puntos con dos o, a lo sumo, tres cartas. Los naipes del uno al nueve conservan su valor nominal, mientras que el diez y las figuras valen cero; el as cuenta como uno. Una mano de ocho y siete, por ejemplo, suma quince, pero en Baccarat solo se toma la cifra de las unidades, por lo que el total real es cinco. El jugador puede apostar a tres opciones: la mano del ‘Jugador’, la del ‘Banca’ o el ‘Empate’.
No es necesario tomar decisiones intermedias ni memorizar largas tablas de estrategia: la croupier guía la acción y en cualquier casino en Chile podrás obtener los pasos a seguir en tu jugada.
El auge del Baccarat en los casinos en línea chilenos
Hasta 2019, el bacará era un nicho dentro de la oferta de los operadores locales: menos del 5% de las partidas de mesa digital correspondían a este juego, muy por detrás de la ruleta o el blackjack. Sin embargo, entre marzo de 2024 y abril de 2025 las búsquedas de «casinos online» en Chile crecieron un 38% interanual y el interés por el Baccarat se triplicó, según un análisis de Google Trends. Al mismo tiempo, algunas regiones tradicionalmente ajenas al juego presencial, como Aysén, Magallanes y Los Ríos, empezaron a mostrar un interés mayor por este tipo de juegos.
En el terreno de los ingresos, los datos son igual de elocuentes. Los informes anuales de la SCJ muestran que, mientras el ingreso bruto por juego presencial bajó 1% en 2023 respecto de 2022, las cinco mayores plataformas offshore que aceptan jugadores chilenos declararon aumentos de facturación de entre 22% y 27% en sus balances auditados, con el Baccarat como segunda fuente de margen por detrás de las tragamonedas virtuales.
Factores que explican su popularidad
Varios elementos confluyen para que el Baccarat destaque en Chile. Primero, la migración de jugadores de apuestas deportivas hacia el casino en los meses sin fútbol nacional ni europeo. Las mesas de Baccarat, al durar apenas 40 segundos por ronda, ofrecen la inmediatez que esos usuarios ya valoran en una apuesta de gol. Segundo, el margen de la casa oscila en torno al 1,06% cuando se apuesta a la ‘Banca’, una cifra más favorable que la ruleta americana (5,26%) y que muchos slots de volatilidad media. Esa percepción de ‘trato justo’ se repite en los foros localizados en redes sociales chilenas, donde se comparten capturas de pantalla y estrategias básicas.
También influye la estética y la experiencia que viven desde sus ordenadores y teléfonos móviles los chilenos. Y es que muchas plataformas cuentan con estudios de transmisión en vivo, emplean crupieres que hablan español neutro y permiten cambiar de cámara o ampliar la vista de las cartas, algo imposible en el salón físico. Este tipo de experiencias son mucho más enriquecedoras para aquellos jugadores que no dominan el inglés y que buscan comunicarse con los crupieres y los otros participantes en español. La experiencia es más completa cuando se comparte este espacio, virtual, con personas de otras regiones de Latinoamérica o, incluso, los Estados Unidos de América.
El Baccarat llegó para quedarse en Chile
Las proyecciones internas del sector iGaming anticipan que el mercado chileno podría superar los 850 millones de dólares antes de 2027, siempre que siga el avance de este tipo de plataformas con reglas claras y que atraiga a operadores internacionales. Bajo ese escenario, el Baccarat tiene margen para seguir creciendo por dos vías: salas ‘live’ exclusivas con croupiers chilenos (una fórmula ya implementada en Colombia y Perú) y variantes con apuestas paralelas.
Como podemos ver, a veces un juego casi olvidado y que fue creado en el Siglo XIX en Europa puede tener éxito en el rincón más alejado de la Tierra. Y las cifras de búsquedas en Chile acompañan a este tipo de juegos.