En una escuela de la provincia de Hunan, China, los celulares confiscados a los estudiantes fueron destruidos de manera pública, provocando una fuerte polémica. Un video grabado durante una asamblea escolar muestra a un miembro del personal utilizando un martillo para destrozar varios teléfonos móviles frente a una multitud de estudiantes, quienes observaban sorprendidos.
Tras la destrucción, los dispositivos fueron arrojados a un balde de agua, como un gesto final que refuerza la prohibición estricta del uso de celulares en el recinto educativo. Este incidente ocurrió el 11 de marzo pasado, cuando las autoridades escolares, cansadas de la desobediencia respecto a las normas que prohíben el uso de celulares en el establecimiento, decidieron tomar medidas extremas.
Según explicó un funcionario del colegio al día siguiente y en defensa a esta acción, los dispositivos ya estaban dañados o no funcionaban correctamente antes de ser destruidos, y tanto los estudiantes como sus padres habían dado su consentimiento previo a esta demostración.
Mira el registro de esta acción en el siguiente video:
La polémica por destruir un celular
La controversia que surgió a raíz de este incidente no se hizo esperar. Mientras que algunos usuarios en redes sociales apoyaron la medida, argumentando que refuerza la disciplina y evita distracciones en los estudios, otros la criticaron por ser excesiva y potencialmente perjudicial para el bienestar mental de los estudiantes.
Este acto de destrucción pública también ha sido visto como un intento de la escuela por establecer un ejemplo claro y recordatorio de que los celulares no están permitidos en el recinto. Eso sumado a que previamente ya habían informado a los padres mediante cartas y seminarios sobre la prohibición de los celulares, implementando incluso controles de seguridad diarios en la entrada del colegio para detectar cualquier dispositivo no autorizado.