La empresa de alquiler de espacios de oficina, WeWork, ha solicitado protección por bancarrota bajo el Capítulo 11, en un movimiento que ha llevado a la suspensión de sus acciones en la Bolsa de Nueva York (NYSE). Este paso se describe como una «reorganización integral» de su negocio, según informes del New York Times. Como parte de este proceso, WeWork busca la aprobación para rechazar los contratos de arrendamiento de ciertas ubicaciones que en su mayoría no están operativas, y ha informado de antemano a los miembros afectados.
La situación de WeWork se ha visto afectada por múltiples factores, incluyendo una expansión demasiado rápida en sus inicios y una serie de medidas de reducción de costos implementadas en los últimos años, como el cierre de varios espacios de coworking debido a los confinamientos por COVID-19. A pesar de que la compañía ha reportado un crecimiento en ingresos, no ha podido evitar la incertidumbre sobre su capacidad de continuar operando, como se reflejó en su último informe de ganancias en agosto.
El mercado inmobiliario, que ha sido golpeado por la inflación y el aumento en los costos de préstamos, junto con un cambio hacia el trabajo remoto acelerado por la pandemia, han sido obstáculos significativos para WeWork. La empresa ya había intentado salir a bolsa en 2019, pero se retractó de su oferta pública inicial después de que los inversores expresaran preocupaciones sobre la rentabilidad y la gobernanza corporativa. Los documentos revelaron pérdidas de más de 900 millones de dólares para la primera mitad de 2019 y compromisos de pagos de arrendamiento por más de 47 mil millones de dólares.
Este revés llevó a Softbank, que había liderado una ronda de inversión en WeWork valorando la empresa en 47 mil millones de dólares, a tomar control de la compañía y a la salida del cofundador y CEO Adam Neumann con un paquete de salida reportado en 445 millones de dólares.
Estrategias ante la bancarrota y el futuro de WeWork
WeWork finalmente se hizo pública en 2021 tras fusionarse con una compañía de adquisición de propósito especial. Sin embargo, el precio de sus acciones, que superaba los 400 dólares hace dos años, cayó a menos de 1 dólar el lunes. La empresa ha realizado más intentos por estabilizarse, incluyendo un desdoblamiento de acciones en septiembre para cumplir con el precio mínimo de cierre de acciones de 1 dólar requerido por la NYSE.
Además, en septiembre, WeWork anunció su intención de renegociar la mayoría de sus arrendamientos. El CEO David Tolley señaló que las obligaciones de arrendamiento representaban más de dos tercios de los ingresos operativos de la empresa en el segundo trimestre del año. El 31 de octubre, la empresa decidió retener algunos pagos de intereses, a pesar de contar con el efectivo necesario, en un intento por mejorar su balance. Esto dio inicio a un período de gracia de 30 días antes de un evento de incumplimiento.
Mientras tanto, Neumann ha iniciado una nueva empresa inmobiliaria centrada en arriendos residenciales, adquiriendo más de 3.000 apartamentos en diversas ciudades y recibiendo una inversión de 350 millones de dólares de la firma de capital de riesgo Andreessen Horowitz para la empresa que gestionará estas propiedades, Flow.