La Subsecretaría de Prevención del Delito inició una licitación -hasta marzo de 2020- pidiendo la implementación de un nuevo «Sistema de Teleprotección Nacional». Este involucra la instalación de 1.000 nuevos puntos con cámara de seguridad en las zonas más vulnerables y con mayor índice de delincuencia de todo Chile.
Según la descripción de lo requerido por el gobierno, el establecimiento de estas nuevas cámaras involucra un área de analítica que conlleva software y bases de datos para reconocimiento facial. Entendiendo todo lo necesario para ejecutar esto y considerando interconexión con bases de datos de la fuerza pública, perfiles de acceso a esta información y la rápida capacidad del reconocimiento.
Además de requerir la captura de imágenes faciales, el sistema per se de reconocimiento facial y su implementación con las actuales o nuevas plataformas, se solicita la capacidad de detección de objetos peligrosos y el seguimiento inteligente de estos o a las personas.
Cada cámara será instalada en postes de 12 metros de altura, fabricados en acero, aunque esta puede variar según las especificaciones del fabricante de la tecnología en reconocimiento facial. La estructura de la cámara -además- debe estar resguardada ante «posibles actos de vandalismo».
Requisitos del reconocimiento facial
El documento especifica que las cámaras con lectura facial deberán siempre estar conectadas a las centrales de monitoreo de Carabineros de Chile o a sus dependencias en las comunas donde el hardware esté implementado. Eso sí, de forma subrayada y en negrita, se aclara que «no se conectarán cámaras con reconocimiento facial a un municipio».
De los 1.000 nuevos puntos, en el listado con las ubicaciones de estas máquinas, se pueden contar específicamente cuántas cámaras se requerirán con reconocimiento facial. El desglose incluye cámaras PTZ (pan-tilt-zoom), panorámicas (Panovu) y con lectura facial. De estas últimas, 130 para todo el país.
Las primeras se instalarían en las regiones de Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Bío-Bío y la Araucanía. Todas estas con la capacidad de almacenar un flujo de video -en máxima calidad- por 60 días en un servidor dedicado a la grabación y gestión de imágenes. Esto de manera independiente al servidor de analíticos, el cual tiene por única función trabajar con las imágenes capturadas en las cámaras para consolidar la detección de los rostros.
En el caso de Santiago, algunas de las cámaras con reconocimiento facial serían instaladas en comunas como Maipú, Ñuñoa, San Bernardo, La Florida, Peñalolén y Santiago Centro. En esta última en conocidas intersecciones de la ciudad como calles Santa Isabel con Lira o fuera de la Estación Toesca de Metro.
El costo máximo y total propuesto por la Subsecretaría para la implementación de todo este nuevo equipamiento, dentro de las 7 zonas requeridas en el país, es de $14.070.989.937 CLP (catorce mil millones de pesos).