Damas y caballeros, bienvenidos a un nuevo análisis aleatorio de OhMyGeek! Hace unos días te contamos como explotar los planes ilimitados de celular con un Módem 4G y hoy traemos el desafío máximo de la mensajería instantánea. Dejar WhatsApp de lado y reemplazarlo por otro servicio.
La prueba hubiese sido muy simple si es que desactivaba mi cuenta para siempre, así que decidí hacerla de una manera especial. Desactivé las notificaciones, quité mi nombre y estado, incluyendo una fotografía de perfil indicando que ya no estaba en el servicio. ¿Cuál foto? La de a continuación:
Mi idea es que mis amigos, familiares y colegas de trabajo, vieran que ya no estaba en este servicio de mensajería y tratasen de contactarme por otro lado (donde quisieran). No le avisé a nadie de este experimento, por lo que fue una escapada del servicio de un momento a otro.
Adiós WhatsApp
Si tuviese que resumir la experiencia en una simple frase, sería: «el experimento fue un fracaso«. ¿Por qué? Básicamente debido a que WhatsApp se encuentra tan inserto en nuestra ‘cultura occidental digital’ que salirse de ella, una vez que ya estuviste dentro, es complicado.
Ojo, no lo digo porque me perdí de ‘importantes’ conversaciones de grupos, las infinitas fotos del ‘negro de WhatsApp‘ o el gemido de la actriz porno, sino por lo difícil que se hace comunicarse en un círculo donde las llamadas de voz ya casi son parte del pasado.
¿Caíste en la broma del gemido de WhatsApp? Ella es la dueña del sonido
En fin, vamos a los resultados. ¿Qué pasó de bueno? Miré muchísimo menos mi celular por 30 días. No me sentí más aliviado ni nada, sólo me lo despojó por más tiempo. ¿Qué pasó de malo? Acá la lista es un poco más larga y procedo a contarla por puntos:
- Muy pocos leyeron la foto que indicaba que ya no estaba en el servicio. Eso significó que de igual manera me hablaran y me ‘putearan‘ (disculpen lo coloquial) por no responder. Por ejemplo, mi propio socio (co-fundador de OhMyGeek! y Medialabs), se dio cuenta 7 días después que no estaba en WhatsApp. Fue horrible y a la vez gracioso.
- Me perdí de divertidos jolgorios. Algo que en lo personal me duele mucho.
- Me di cuenta que por muy superior que Telegram puede ser a WhatsApp (en distintos aspectos), simplemente no hay nadie allá. Y convengamos que por sobre todas las características que uno espera de un servicio, como usuario, quiere estar donde se encuentran todos. Y por lo mismo en toda la historia de WhatsApp, se le han perdonado tantas cosas que sólo importa sus más de 1.3 mil millones de usuarios en el mundo.
- Amigos cercanos que vieron la fotografía, bajaron Telegram y se hicieron una cuenta. Su primer comentario fue (en la mayoría): «es lo mismo que WhatsApp». Eso me decepcionó.
Conclusiones
¿Puedes dejar WhatsApp y no morir en el intento? Sí, puedes. El problema es mayor cuando trabajas con la plataforma y tienes grupos que son importantes para tus labores o estudio.
Si es por sociabilizar con tus más cercanos, importa un carajo. ¿Por qué? Probablemente los tengas en Instagram, Twitter o Facebook. ¿Sabías que Facebook Messenger es la segunda plataforma de mensajería más usada? Si no te encuentran en WhatsApp, tienen otros lugares para comunicarse contigo e invitarte a un helado.
Finalmente y lo más importante, si vas a dejar WhatsApp, desactiva tu cuenta de raíz. No como lo hice para este experimento. ¿Cómo? Desde la configuración de la aplicación, en el apartado de ‘Cuenta’ verás la opción «Borrar mi cuenta» y sigues los pasos para eliminarla por completo.