Gracias a una particular invitación, pudimos asistir a la Avant Premiere en Chile de la nueva Cazafantasmas (2016). Una película que ridículamente ha sido abucheada sin que estuviese estrenada, teniendo por sobre todas las cosas el machismo por el frente.
Primero las cosas como son; machistas, absténganse de leer. Las chicas (no sólo en esta película, sino en general) son entretenidas y punto. Basta de segmentar, minimizar o clasificar según lo que puede o no hacer -supuestamente- cierto género. Ya con eso, todo el odio expuesto en YouTube o Webs donde cualquiera pone una ‘estrellita’, tipo IMDB, no tiene sentido.
Ahora bien, no pretendo influir en tu decisión de ir a verla o no, más bien, me gustaría desmentir algunas cosas que han salido anteriormente a su estreno, y agregar otras con haber visto la cinta (sin spoilers), para que tengas en consideración.
- La película no es una copia de las originales. Es una historia distinta, nueva y que incluso trata de explicar la aparición de fantasmas por un hecho puntual, a través de una intervención humana, y no por un hecho mágico o casual. Bien ahí.
- Los personajes son únicos. No son un calco de los viejos. Y en particular el papel que realiza Kate McKinnon, tiene puntos extras por tu extravagancia, valentía y locura científica. Me recordó a Beakman.
- ‘Las chicas patean traseros‘. Sí, parece una frase sacada de un mal doblaje gringo, pero así lo sentí. En la película hay amistad, no cursi (por ese estereotipo que son chicas), peleas, valentía, demencia y sobre todo ensayo y error. Me recordó a la campaña que invita a los papás a que dejen de frenar a sus hijas pequeñas a que estudien ciencias porque ‘es para niños’.
- Acá viene la primera cosa mala: hay un abuso a la nostalgia terrible con Los Cazafantasmas originales. Desde los numerosos cameos que incluyen a Bill Murray, Dan Aykroyd, Sigourney Weaver y Ernie Hudson, hasta los constantes guiños a las películas originales. Esto atenta a llegar a pensar que faltó novedad en la cinta.
- Segunda cosa mala: se nota mucho que estas chicas vienen de SNL. Hay mucha situación que queda a la espera de la risotada por una cara graciosa y no por el diálogo. ¡Esto no es Debbie Downer!
- Por otra parte, el hecho que provengan de la misma escuela se abrió para otras situaciones. Buen entendimiento, química e incluso improvisación. Se nota que hay momentos fuera de libreto, tal como se especuló anticipadamente, a tal punto que incluso una de las situaciones ‘graciosas’ que involucra a Chris Hemsworth uno queda como: «¿Qué? ¿Por qué pasó eso?» (en el desenlace).
- No hay abuso de CGI. Claramente hay efectos -y muchos- generados por computadora, pero no es abusivo a lo que Michael Bay podría acostumbrar a hacer en todo lo que toca (por dar un ejemplo de la industria). Incluso hay una escena en particular que si no fuese por la tecnología actual, no se hubiese podido recrear en los tiempos de las películas originales. Eso me encantó y fue una gran ‘novedad’ dentro de la historia, remontándome al punto #3 de ‘Las chicas patean traseros’.
- La horrorosa canción de Fall Out Boy (I’m Not Afraid) con Missy Elliott que hace un ‘cover’ al título principal y original de Los Cazafantasmas, sigue siendo un asco. Por suerte -en la película- sólo tendrás que escucharla una vez. Créanme que eso me puso contento.
- Volviendo al tema del machismo, hay muchos chistes a eso. Es como si Paul Feig tuvo una visión mágica que esta película iba a levantar polvo en base a esto y se adelantó muy bien a ellos. Aunque probablemente modificó todo después que se desató la polémica al conocerse que iban a ser chicas las protagonistas. De una u otra forma, atinó.
- Finalmente, hay una linda estética. Tan bonita que hasta los fantasmas, utilizando técnicas actuales de CGI, mantuvieron el aspecto clásico de un espectro de los 80’s. Así mismo, gran parte de los instrumentos y/o armas utilizados por las Cazafantasmas no son máquinas futuristas. Muy ‘hechizas’ (coloquialmente chileno el concepto) y con harto de ciencia barata y popular.
Tal como Paul Feig (Director) dijo en una entrevista que esperaba que la gente se quedase sentada en el cine disfrutándola, creo que lo logró bien. Entretiene, saca risas y no aburre. Eso sí, a lo que Dan Aykroyd dijo que los chistes eran -sí o sí- mejores a las originales, ahí estuvo hablando de más.
Consejo final: quédense hasta el final de los créditos.