La televisión, sin duda, es uno de los dispositivos electrónicos que mayor importancia ha tenido en los hogares de todo el mundo por décadas. Y es que todo comenzó con los televisores CRT, pasando por populares tecnologías como el Plasma, LCD, LED, y las recientes innovaciones como el OLED TV.
Para Eduardo Troncoso, Gerente de Marketing de LG Electronics Chile, esta última tecnología llamada OLED realmente entrega un quiebre en la forma de fabricar televisores y también de la calidad de las imágenes. Este hecho es tan importante como cuando pasamos de CRT a los televisores de pantalla plana.
Pero, entre lo que pasaba hace más de 40 años y hoy, existieron muchas otras tecnologías en televisión que en su momento significaron un avance en calidad e inmersión de la imagen y sin menospreciar –incluso- el uso de los recursos energéticos.
En base a lo mismo, te vamos a explicar (resumidamente) de qué se trata cada tecnología que se aplicó o se sigue haciendo a los televisores que tenemos en casa.
Primero está el televisor CRT, el más clásico y antiguo de todos. Este funciona con un tubo de rayos catódicos. En dicho tubo, electrones son propulsados hacia la pantalla y bobinas generan un campo magnético de forma horizontal y vertical para crear una imagen.
Después le siguió el plasma, el cual marco un hito importante en la historia de los televisores. A diferencia de los anteriores CRT, estos equipos contaban con resolución SD en los más básicos, y HD o Full HD en las pulgadas más grandes.
Las imágenes eran de un buen nivel de contraste, colores naturales y negro de calidad. Sin embargo, tenían dificultad con la temperatura de trabajo, consumo energético y eran poco amigables con el medio ambiente.
De ahí pasamos al LCD (Liquid Crystal Display). Este utiliza un panel de cristal líquido, el cual es retro-iluminado, es decir, necesitan una fuente de luz fija. Los primeros LCD eran retroiluminados por tubos fluorescentes (CCFL). Esta tecnología permitió disminuir la temperatura de la pantalla y el consumo energético, pero un punto débil era la producción de colores negros debido a su exposición a una luz externa.
Continuando en el tiempo, aparecieron los televisores LED. Estos, al igual que los primeros LCD, utilizan un panel de cristal líquido (LCD) retro iluminado. La diferencia con un LCD CCFL, es que la retroiluminación se obtiene a partir de un diodo LED, en vez de los tubos fluorescentes de los LCD convencionales. Dentro de los TV LED, se han desarrollado distintas tipos de retro iluminación LED, entre los cuales se destacan: Direct LED y Edge LED.
Finalmente llegamos a una de las tecnologías más moderna de la actualidad para televisores. Se trata de los mencionados OLED (Organic Lighting Emiting Diode). Su tecnología incorpora -en cada pixel- material orgánico auto luminiscente, permitiendo que cada uno se encienda y se apague de manera independiente. Este controla no solo el color, si no que la iluminación punto a punto.
De esta manera, OLED se convierte en el primer TV que es capaz de obtener un nivel de contraste prácticamente infinito, llegando a un negro absoluto y a una expresión perfecta de cada color. Lo anterior también permite que sea el televisor más veloz del mercado, siendo 1000 veces más rápido que su antecesor LCD/LED ofreciendo imágenes con fluidez absoluta.
Otra gran ventaja del OLED a todas las anteriores tecnologías desde el Plasma, es que al eliminar la fuente de luz trasera se logra una pantalla increíblemente delgada, mejorando su diseño.