Según un estudio de IHS Technology, la masificación de las cámaras de videovigilancia en alta definición ha tenido una explosión tan grande, que el almacenamiento audiovisual de estos romperá esquemas en datos físicos cuantificables.
Para ser exactos, se vaticina que para 2017 se superará al doble los datos generados por videovigilancia que se hacían en el año 2013. Eso, llevado a números, significaría unos 800 petabytes de información almacenada, cuestión que se reflejaría en una inversión que superaría los 10 mil millones de dólares en tecnología de almacenamiento.
De hecho, el mercado de almacenamiento específicamente diseñado para videovigilancia está experimentando una rápida adopción en la industria y se estima que crecerá sostenidamente en los próximos tres años. De alcanzar ventas por $4,9 mil millones de dólares en 2013, esta industria llegará a los $10,41 mil millones en 2018.
En Latinoamérica, los productos de CCTV y de videovigilancia han ido tomando posición en el mercado. Según el mismo estudio de IHS, alcanzaron un valor estimado de US$565,3 millones en 2013 y se proyecta que esta cifra aumente anualmente hasta un 14,4% en el período 2013-2018.
Brasil es el jugador principal dentro de la región, con un mercado local de insumos para videovigilancia estimado en US$279,2 millones. En el resto de la región, Chile y Perú son los países donde se predice el crecimiento más fuerte de este tipo de productos.
Tanta data de videovigilancia, ¿dónde se almacena?
Los aparatos analógicos, que hasta ahora eran los más utilizados, han empezado a ser reemplazados por los equipos en redes, y, por primera vez, se ha visto un despuntar de estos últimos, de los que se pronostica crecerán hasta ocupar un 78,1% del total de dispositivos en 2018.
En base a esto último, empresas como Western Digital (WD) creen que para esta revolución digital en guardia, se deben tener equipos idóneos de almacenamiento locales y en la nube. Todo esto teniendo en consideración el rendimiento, la interoperabilidad, la flexibilidad, la preparación para el futuro y la conectividad que brindan los equipos en redes.
Finalmente, esta misma empresa dedicada al almacenamiento, valida que los productos dedicados al almacenamiento para la videovigilancia tienen exigencias muy altas y específicas, como el funcionamiento 24/7, y la capacidad para no perder ningún detalle de la grabación ni pixelar imágenes. La industria, incluyéndolos a ellos como WD, tiene el desafío de satisfacer estas demandas.