Desde 2011, un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid ha venido trabajando en el desarollo de neuroprótesis que reduzcan las convulsiones causadas por el párkinson u otras enfermedades neurológicas.
Hoy, las neuroprótesis ya se encuentran más afinadas que nunca.
Según Eduardo Rocón, líder del equipo investigador, la gran ventaja de estas neuroprótesis radica en que son capaces de distinguir si una persona quiere ejecutar movimientos voluntarios, de modo que si, por ejemplo, alza un vaso con intención de beber, estabiliza el brazo para facilitar la acción.
El dispositivo realiza una monitorización de la actividad motora de los pacientes mediante la adquisición síncrona de la actividad muscular (electromiografía) y del movimiento real caracterizado con sensores de movimiento en la extremidad del cuerpo que sufre los temblores.
Neuroprótesis que reducen las convulsiones
El temblor patológico constituye el desorden neuromotor más extendido: afecta a un 1%–2% de la población, el 6% de las personas con más de 60 años. Además, su incidencia está en aumento por el envejecimiento progresivo de la sociedad.
En ese sentido, un sistema de estimulación eléctrica funcional (Functional Electrical Stimulation, FES) se encarga de generar corrientes eléctricas en el miembro afectado para reducir las convulsiones.
Todo lo anterior ocurre sin afectar a la funcionalidad de los movimientos voluntarios, pues el sistema estimula de manera selectiva los músculos involucrados en la realización de una tarea motora afectados por el temblor.
El dispositivo final integra todos los componentes en un textil adaptado a la forma del brazo, con una matriz de electrodos cosida en su interior, para atender las demandas de los potenciales usuarios en términos estéticos y de usabilidad.
La posibilidad de una estimulación selectiva mediante una matriz de electrodos permite resultados más satisfactorios, al reducir la fatiga y el posible malestar generados por la estimulación eléctrica.
Según explica la agencia de noticias Sinc, el sistema consiste en un conjunto de sensores capaces de medir toda la cadena de generación de movimiento, desde el origen de la orden en el cerebro hasta su ejecución y, a través de esta información, generar las acciones para suprimir el temblor del paciente.
La línea de investigación definida por este trabajo contribuye al desarrollo de la próxima generación de los robots vestibles para la rehabilitación y asistencia de personas mayores y discapacitadas.