Según la más reciente serie-documental de National Geographic, “Explorer Investigation”, tenemos un gravísimo problema con los desechos plásticos que terminan en el océano.
Las actuales corrientes marinas arrastran -este tipo de basura- desde las costas y lo concentran en puntos lejanos a los continentes, por ende no es algo que se veamos constantemente. A diferencia de la contaminación acústica o el smog que estamos acostumbrados a percibir en tierra.
Por años se sabe que existen cinco grandes aglomeraciones de basura en los océanos, conocidas como islas de plástico. Estas afectan los ecosistemas marinos, considerando que el plástico podría estar flotando por aproximadamente 450 años.
Además se estima que todos los años -alrededor de 9 millones toneladas de desechos plásticos- terminan en el océano, afectando a casi 700 especies de animales marinos. Incluyendo a muchos en peligro de extinción, que comen, se enredan o se asfixian con el plástico.
Actualmente, las especies marinas están ingiriendo micro plásticos y los científicos continúan estudiando el tema para comprender a fondo el impacto que esto tiene en la cadena trófica.
Mal uso de los desechos plásticos
En los últimos 15 años, la producción de plástico creció desmesuradamente. A tal nivel que se calcula que la mitad de todo el plástico existente -en el mundo- fue fabricado en ese periodo. Y ojo, más del 40% de este se usa una sola vez y después se bota.
Desde 1950, se generaron en el mundo 8.300 millones de toneladas de plástico, casi el 40% para ser usado como embalaje. 6.300 millones se descartaron. Cerca del 80% nunca se recicló: más de 5,000 millones de toneladas terminaron en basurales a cielo abierto, rellenos sanitarios o fueron arrojados a los ríos. ¿Y dónde terminan? Inevitablemente en el mar.