Ayer -a través del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT)- nos enteramos de una noticia que sacudió un proceso bastante cuestionado y atrasado por distintos motivos durante un largo periodo: la licitación del Transantiago.
El transporte público de la Región Metropolitana ha sido por años un servicio altamente mal visto por los usuarios y con un continuo ‘recauchaje’ para que este siga a flote.
Respecto al más reciente proceso de licitación, para que las actuales o nuevas empresas entren al sistema, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) determinó que se deben corregir los errores de este procedimiento.
Frente a ello las actuales autoridades del MTT anunciaron que tomaron la decisión de declarar desierto el proceso, iniciado por la administración anterior, según lo previsto en las mismas bases.
La licitación desierta
Según el nuevo gabinete se han ‘confirmado errores e improvisaciones en el proceso de licitación’. Esto llevaría a que se repitan las fallas del año 2007, generando los mismos efectos que por más de 10 años ha dado este servicio de transportes.
¿Cómo qué errores? La priorización del desplazamiento de buses en desmedro del traslado de los pasajeros. Además de la imprecisión en las estimaciones de costo, cuestión que no permitiría anticipar el impacto financiero de los nuevos contratos.
¿Qué pasará ahora? Se trabaja en un plan que el gobierno actual califica de ‘serio y responsable’. Además de asegurar la continuidad del Transantiago con mejoras en el porvenir y la implementación de nuevos buses y recorridos.
Por lo pronto, no hay licitación y todo sigue igual.