Hoy quedó demostrado que por lejos la mejor decisión fue que Apple abandonara a Intel. Algo que se cocinó por más de 10 años, incluso en la época que Steve Jobs estaba vivo. Es más, hay registros que demuestran que Jobs siempre tuvo una relación de ‘amor y odio’ con los procesadores de Intel, cuestionando su capacidad de alto rendimiento «sin importar los precios y el consumo energético».
Por años, mientras la compañía preparaba lo que es -actualmente- su primera familia de procesadores para computadores, para muchos usuarios Apple perdió la capacidad de definir a sus productos como ‘Pro’. Una portátil que históricamente costaba más de $2.500 USD, y rendía peor que una laptop PC de $1.800 USD. Todo por no poder congeniar su hardware y software, cosa que no ocurría en sus dispositivos móviles.
Hace poco menos de un año (noviembre 2020), Apple presentó al chip M1. Este sería el primero que tendría el desafío de comenzar la transición desde Intel a su propio hardware. Sabiendo que esto conllevaba un compromiso mayor, principalmente por parte de los desarrolladores de software que alimentan el ecosistema de Apps en macOS. Justamente en industrias específicas que han confiado en Apple para labores relacionadas -en su mayoría- con lo audiovisual y el diseño.
M1 Pro y M1 Max, anunciados hoy por Apple, responden justamente a esas industrias, y ese tipo de usuario que necesita alto rendimiento. Prácticamente todo el discurso de presentación que entregó la compañía, se basó en cómo trabajan los nuevos chips para procesar -en tiempo real- grandes archivos de audio y video. Comparándola con el rendimiento en configuraciones previas de los MacBook con M1 y el mejor procesador Intel en una MacBook Pro de 16 pulgadas (Core i9).
M1 Pro, el primer escalado del M1
Apple fue claro. El nuevo M1 Pro es una ampliación de la arquitectura del M1. Entregando un 70% más velocidad de procesamiento en tareas como compilar proyectos en Xcode. Y la GPU del M1 Pro puede ser hasta dos veces más rápida que la que incluye el M1.
M1 Pro ofrece hasta 200GB/s de ancho de banda en memoria, alcanzando un soporte de hasta 32GB de RAM (soldada, no removible ni actualizable). El doble de lo que ofrece el M1.
El chip del M1 Pro está construido con tecnología de 5 nanómetros con 10 núcleos en su CPU. Incluyendo 8 de alto rendimiento y 2 de eficiencia. Y si lo comparamos con un chip de PC laptop de 8 núcleos, M1 Pro podría dar 1,7 veces más rendimiento con el mismo gasto energético, según Apple.
Por otra parte, este chip trae 16 núcleos en su GPU que serían 7 veces más rápida que una tarjeta gráfica integrada de una laptop PC que estçe presente en un procesador móvil de 8 núcleos. Y en el caso de las tarjetas discretas, la compañía indica que pueden lograr alto rendimiento gastando un 70% menos energía.
M1 Max, el más poderoso
«El chip más poderoso para una notebook profesional». Así llaman los de Cupertino a su M1 Max, el procesador más grande de la familia M1. Un chip que también incluye 10 núcleos para su CPU, pero aumenta a 32 núcleos para su GPU. Esto permite entregar 4 veces mejor rendimiento gráfico que el M1, incluso pudiéndose comparar con GPU para PC de escritorio, pero consumiendo hasta 100 watts de menos energía.
Respecto al ancho de banda de memoria, esta dobla la que ofrece el M1 Pro alcanzado los 400GB/s, permitiendo configurar una MacBook con M1 Max hasta con 64GB de RAM (soldada, no removible ni actualizable).
Ambos procesadores permiten mayor rendimiento para tareas específicas que expanden lo que es el uso propio de la computadora. Por ejemplo, la disponibilidad de conectar más monitores externos con mayor resolución. Además de contar con Thunderbolt 4 que entrega más ancho de banda I/O.
Los procesadores M1 Pro y M1 Max están disponibles en los nuevos MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas que, junto a los nuevos procesadores, fueron anunciados hoy por la empresa. Eso sí, más caros que las portátiles con M1, comenzando desde los $1.999 USD para el modelo de 14 pulgadas y desde $2.499 USD para el modelo de 16 pulgadas.