Finalmente, los menores de 16 años en Australia no podrán tener cuentas en YouTube a partir de diciembre, luego de que el gobierno revocó su decisión inicial de eximir a la plataforma del veto a redes sociales para adolescentes. La medida, parte de una legislación nacional anunciada a fines del año pasado, también afecta a servicios como Facebook, Instagram, TikTok, Snapchat y X. Bajo la nueva regla, las plataformas deberán evitar que menores abran cuentas, o enfrentarán multas que podrían alcanzar los 50 millones de dólares australianos.
Originalmente, las autoridades pensaban dejar a YouTube fuera de la prohibición al considerar que tenía un valor educativo, especialmente por su uso en entornos escolares. Sin embargo, un estudio reciente de la eSafety Commission —organismo regulador en línea de Australia— reveló que un 37% de los menores encuestados habían estado expuestos a contenido perjudicial en la plataforma. Los ejemplos iban desde desafíos peligrosos hasta discursos de odio y videos de peleas.
La ministra de Comunicaciones, Anika Wells, argumentó que YouTube emplea mecanismos similares a otras redes sociales, como el desplazamiento infinito, la reproducción automática y algoritmos de recomendación. Por eso, dijo ante el parlamento que la plataforma no debía recibir un trato distinto.
YouTube Kids, la versión más controlada de la App, quedó fuera del veto debido a que no permite subir videos ni comentar.
Australia endurece medidas
Esta decisión generó tensión con Alphabet, empresa matriz de YouTube, que llegó a amenazar con acciones legales si se concretaba la inclusión. TikTok, Meta y otras compañías también habían criticado que se excluyera a YouTube, calificándolo como un «trato preferencial».
La legislación fue aprobada el año pasado, pero entrará en vigor este 10 de diciembre. El gobierno todavía trabaja en definir cómo se implementará el control de edad, y si bien encargó pruebas para evaluar tecnologías de verificación, no encontró una solución única y completamente efectiva.
Wells reconoció que los adolescentes podrían intentar eludir las restricciones, pero sostuvo que el objetivo es reducir los riesgos en línea. Entre las plataformas excluidas de la normativa están apps de mensajería, videojuegos y herramientas educativas o de salud, ya que presentan menos peligros en términos sociales.