Los eventos climáticos extremos de 2024 dejaron un año de récords en temperaturas y desastres naturales. Según un informe anual de World Weather Attribution (WWA), el cambio climático fue el principal factor detrás de 219 eventos significativos, afectando a millones de personas. Entre estos eventos, se registraron 41 días adicionales de calor peligroso, atribuibles al aumento de temperaturas globales impulsado por actividades humanas.
Efectos globales y fenómenos extremos en 2024
El cambio climático desempeñó un papel trascendental en desastres como olas de calor, inundaciones, sequías y tormentas. Estudios atribuyen a esta causa el aumento de precipitaciones intensas, responsables de 15 de las 16 inundaciones estudiadas. Los niveles elevados de humedad en la atmósfera intensificaron lluvias y tormentas, como el huracán Helene que devastó el sureste de los Estados Unidos, causando daños valorados en más de 53,8 mil millones de dólares en Carolina del Norte.
Regiones como la Amazonía y el Pantanal sufrieron sequías históricas y graves incendios, generando grandes pérdidas en biodiversidad. Estos ecosistemas son esenciales para el balance climático global; el primero como un sumidero de carbono crucial y el segundo como regulador hídrico y hábitat de miles de especies.
El informe destaca la necesidad de una transición acelerada hacia energías renovables y una mejora en sistemas de alerta temprana. Las medidas incluyen la financiación de programas de adaptación climática en países en desarrollo, los más vulnerables a estos fenómenos. La comunidad internacional ha comenzado a reconocer que limitar el calentamiento global a menos de 1,5 °C es vital para evitar un aumento en la frecuencia e intensidad de estos desastres.