Josh Wardle, es un ingeniero de software que vive en Brooklyn. Si bien en Internet era conocido desde el 2015 por el experimento social «The Button» en Reddit, su mayor logró fue concebido en octubre 2021. En el momento que creó «Wordle» como un regalo para su pareja.
Para los que no conocen a Wordle, este es un juego tipo puzzle que se hizo rápidamente viral en Internet. En él debes adivinar una palabra de cinco letras en un máximo de seis intentos. El juego que está disponible en múltiples idiomas (gracias a desarrollos paralelos), consiguió una fama mundial en sólo tres meses, cuestión que cautivó al medio New York Times para así comprárselo a Wardle.
La compra fue anunciada por el propio medio comunicación, como así su creador a través de Twitter, por un monto que no fue especificado, pero se sabe que al menos tiene ‘siete cifras’ (o sea, al menos un millón de dólares).
Wardle, en su carta informando por la venta, agradeció a los jugadores y explicó que si bien había prometido mantener la independencia del juego, el ‘respeto’ que New York Times da a sus jugadores de crucigramas y otros juegos, lo convencieron de venderlo. Esto por sus valores estarían ‘alineados’ con los suyos.
¿Qué pasará con Wordle?
Según el medio de comunicación, Wordle seguirá siendo gratuito para todos. Incluyendo a los antiguos jugadores o los próximos por sumarse, destacando que este no sufrirá cambios. Más allá de los evidentes movimientos internos como el traspaso de servidor y nombres de dominio.
La adquisición de este juego es básicamente para conseguir más suscriptores al periódico, donde el departamento de juegos en el mismo New York Times es una parte clave para esa estrategia. Considerando que en noviembre pasado, este medio, declaró que cuenta con aproximadamente 8,4 millones de suscriptores.
También, como hasta ahora, Wordle sólo se podrá seguir jugando una sola vez al día. Y cada nuevo día podrás contar con una nueva palabra de cinco letras.
¿La parte fea? La versión en español no es obra de Wardle, sino una adaptación del ingeniero Daniel Rodríguez. Y esta -probablemente- tenga contrariedades relacionadas al derecho de autor, frente a una empresa como el New York Times que acaba de gastar plata en comprar esto. Así que podrían existir dos escenarios; uno donde el medio crea una versión multidiomas, o Rodríguez tendrá que cambiar el nombre a su adaptación y (tratar de) zafar legalmente.
Finalmente, si el objetivo es conseguir suscriptores y suponiendo una posible estrategia que podría implementar el medio de comunicación, quizás tengamos que ver alguna inyección de contenidos publicitarios por parte de ellos, invitándonos a saber más del periódico y sus publicaciones. Aunque esto, lo sabremos próximamente.