En el programa «Buenos Días a Todos» de Televisión Nacional de Chile, se mostraba la realidad en las playas locales con aglomeraciones y personas que no utilizan la mascarilla o mantienen el distanciamiento físico. Para efectos de la nota televisada, distintos veraneantes dieron su opinión, pero destacó una chica que no usaba la mascarilla por un motivo muy particular.
Escuchen sus comentarios a continuación:
Se da a entender que ella no ocupa este elemento de protección en la playa porque cree que el agua de mar, debido a la sal que contiene, no permite la transmisión o contagio por Coronavirus.
Cabe destacar que la instrucción de la norma sanitaria, obliga uso de mascarilla en las playas chilenas en todo momento. Salvo para ingresar al agua y cuando la persona no esté en movimiento, a dos o más metros de distancia de otra persona.
Y si bien lo que vemos en el clip podría interpretarse como un incumplimiento a la regla de sanidad, el problema de fondo no es ese. Es la creencia que el agua de mar inhibe la transmisión del COVID-19. ¿Es cierto eso?
La respuesta corta es, no. Y por múltiples motivos, básicamente porque en estos últimos meses han aparecido una cantidad importante de publicaciones -sin sustento científico- o adjuntando investigaciones mal desarrolladas hacia el público en general.
Agua salada para inmunizar
Desde el año pasado que aparecen publicaciones hechas en redes sociales, principalmente en Facebook, donde se recomendaba la utilización de productos en base de agua de mar para fortalecer el sistema inmunológico y protegerse del Coronavirus.
Aplicarse agua salada, o cualquier preparación a base de agua de mar, no tiene ningún efecto sobre el sistema inmunológico. Tampoco ayuda a enfrentar el COVID-19 e incluso es peligroso si esta se inyecta o se bebe pensando en ‘protegerse’.
Estudios del Coronavirus y el mar
Por otra parte, hasta la fecha, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que no hay pruebas que el virus de la COVID-19 sobreviva en el agua, incluidas las aguas residuales. Esto significa que no es que está descartado que el virus siga activo en el agua, simplemente no hay evidencias.
Lamentablemente sí hay uno que buscó responder a esta pregunta, pero fue mal presentado a través de redes sociales. Se trata del «Informe sobre Transmisión del SARS-CoV-2 en Playas y Piscinas» realizado en España durante mayo del 2020.
En él, Joan Grimalt, doctor en química de la Universidad Autónoma de Barcelona, mencionaba que los Coronavirus, incluido el SARS-CoV-2, se engloban entre los patógenos menos resistentes en el agua. «El hecho de tener una corona de proteínas les confiere una menor estabilidad en este medio», comentó. Aún así, esto no significa (otra vez) que exista evidencia que el agua salada y/o de mar elimine al COVID-19.
Grimalt comentó posteriormente, ante las dudas que originó la divulgación del estudio que participó junto a otros colegas, que se puede concluir que la capacidad de supervivencia del virus en agua de mar es muy baja. Y que, en una playa, el riesgo de contagio mayor sigue siendo la transmisión persona a persona.
Y justamente es aquí donde quería llegar con todo lo presentado anteriormente. En conclusión:
- No hay estudios que certifique que el Coronavirus esté inactivo 100% en el agua del mar.
- Está descartado que el agua de mar sirva para inmunizar al ser humano del virus.
- Pese a no existir un estudio sobre la relación del SARS-CoV-2 con el mar o la arena, en una playa el mayor peligro de contagio sigue siendo la poca distancia física y las personas que no ocupan su mascarilla.
La chica de este video -más allá de su creencia sin fundamentos científicos- el simple hecho de no usar mascarilla es un peligro para ella y cualquiera que esté cerca. Sobre todo por la gran cantidad de aglomeraciones y poco respeto al distanciamiento físico. En este punto ni siquiera debería inquietarle lo que pueda hacer el agua, simplemente hay que ser responsables y preocuparse por la gente que esta al lado tuyo y comparte el mismo espacio.