Hace pocos días, la comunidad científica se asombró con el anuncio del planeta ‘gemelo’ a la Tierra, Kepler-452b. Este fue anunciado por la NASA, el cual gira a una estrella similar a nuestro sol y que eventualmente podría contener agua líquida y albergar vida.
La presentación también caló fondo en la sociedad. Es simple hecho de que pueda existir vida en otro planeta, pone en discusión nuestras políticas de convivencia, segmentaciones y por supuesto creencias. En esto último la iglesia católica tiene mucho que interpretar.
Según el director del Observatorio Vaticano, José Gabriel Funes, reconoció en una entrevista que podría haber vida y a lo mejor alguna forma de vida inteligente, pero añadió -extrañamente- que no cree que encontraremos a Mr. Spock, invocando al conocido personaje de Star Trek.
«La búsqueda de vida inteligente, no significa que exista otro Jesús. La reencarnación del hijo de Dios es un evento único de la historia del Universo. Dios se transformó en hombre a través de Jesus en Palestina, hace 2000 años atrás.» (José Gabriel Funes)
En una mirada más social y menos eclesiástica, Funes dice entender que este tipo de investigaciones, como la búsqueda de vida extraterrestre, ayuda a que nos entendamos nosotros mismos. Además recoge las palabras del Papa sobre sus inquietudes del futuro para nuestra raza, destacando que la iglesia no sabe si la Tierra o la humanidad son los únicos en el Universo.