Debido a problemas significativos de inestabilidad, Intel ha anunciado que extenderá la garantía de sus procesadores Intel Core de 13ª y 14ª generación por dos años adicionales. Esta extensión se aplica tanto a las CPU vendidas en caja como a aquellos instalados en sistemas OEM, y se añade a la garantía estándar de tres años, llevando la cobertura total a cinco años para la mayoría de las unidades afectadas.
Los problemas de inestabilidad, que afectan a todos los modelos de 65 W y superiores, han sido atribuidos a un voltaje operativo elevado. Un algoritmo de microcódigo defectuoso ha estado enviando solicitudes de voltaje incorrectas a los procesadores, lo que ha provocado que muchos computadores se bloqueen y sufran pantallas azules de la muerte (BSOD) durante partidas de videojuegos y otras cargas de trabajo.
Y ojo, aunque Intel planea lanzar una actualización de microcódigo a mediados de agosto para abordar la causa raíz, esta no podrá reparar los procesadores que ya han sido dañados.
Asumiendo culpas en Intel con la garantía
La empresa ha reconocido la gravedad del problema y se ha comprometido a apoyar a todos los usuarios que estén experimentando síntomas de inestabilidad con sus procesadores de 13ª y 14ª generación. Además, ha declarado que proporcionará detalles adicionales sobre la extensión de la garantía en los próximos días.
Por su parte, quienes hayan comprado sistemas de fabricantes de equipos originales (OEM) deben comunicarse con el equipo de soporte del fabricante de su sistema, mientras que aquellos que hayan adquirido procesadores en caja pueden contactar al soporte al cliente de Intel para recibir asistencia.
Una evaluación hecha por Alderon Games ha señalado que la tasa de fallo de estos procesadores es del 100%, indicando que incluso las CPU que funcionan correctamente inicialmente tienden a deteriorarse y fallar con el tiempo.
La extensión de la garantía por parte de Intel se produce en medio de investigaciones sobre posibles demandas colectivas. La empresa ha pedido disculpas por la demora en la comunicación y ha afirmado que está trabajando en opciones para identificar fácilmente los procesadores afectados en los sistemas de los usuarios finales.