Las emisiones de gases de efecto invernadero de Google han aumentado un 48% en los últimos cinco años debido a la expansión de sus centros de datos que sustentan los sistemas de inteligencia artificial, lo que pone en duda su compromiso de alcanzar la neutralidad en carbono para 2030.
En 2023, la contaminación de la compañía ascendió a 13,6 millones de toneladas de carbono equivalente, un aumento del 13% respecto al año anterior. Google reconoció en su informe ambiental anual que reducir las emisiones mientras se invierte en el desarrollo de modelos de lenguaje y su infraestructura asociada es un desafío complejo.
La empresa destacó que las emisiones relacionadas con la energía en 2023, principalmente del consumo eléctrico de los centros de datos, aumentaron un 37% en comparación con el año anterior, representando un cuarto del total de sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Las emisiones de la cadena de suministro, que representan el 75% de las emisiones totales de Google, también aumentaron un 8%. La directora de sustentabilidad, Kate Brandt, afirmó que la compañía sigue comprometida con su objetivo de 2030, pero reconoció la naturaleza extremadamente ambiciosa de la meta.
IA vs. emisiones de gases de efecto invernadero
El crecimiento del uso de la inteligencia artificial ha contribuido significativamente al aumento de las emisiones. En 2023, los centros de datos de Google consumieron un 17% más de agua que el año anterior. La empresa se ha comprometido a reponer más agua de la que utiliza en sus centros de datos y oficinas para 2030, aunque en 2023 esa cifra se situó en sólo el 18%. Este aumento en el consumo de recursos naturales ha generado críticas y preocupaciones sobre sus efectos ambientales más amplios.
La empresa también ha señalado que espera que sus emisiones totales de gases de efecto invernadero continúen aumentando antes de comenzar a disminuir hacia su objetivo de reducción absoluta de emisiones. Otros gigantes tecnológicos, como Microsoft, también han experimentado aumentos en sus emisiones debido a la construcción de centros de datos. Microsoft admitió que sus emisiones aumentaron casi un tercio desde 2020, en gran parte debido a la construcción de centros de datos.