La Administración Federal de Aviación (FAA) de EE. UU. ha ordenado la puesta en tierra temporal de aproximadamente 171 aviones Boeing 737 Max 9. Esta decisión se tomó después de que un panel de cabina de un avión de Alaska Airlines se desprendiera durante un vuelo el viernes, con alrededor de 180 personas a bordo. El avión, que había estado en servicio desde noviembre, logró aterrizar de manera segura en el Aeropuerto Internacional de Portland, Oregon, de donde había despegado.
La FAA requiere inspecciones inmediatas de ciertos aviones Boeing 737 Max 9 antes de que puedan volver a volar. El administrador de dicha entidad, Mike Whitaker, afirmó que la seguridad continuará siendo la principal motivación en su toma de decisiones mientras asisten en la investigación del vuelo 1282 de Alaska Airlines por parte de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB).
Siguiendo el incidente, el CEO de Alaska Airlines, Ben Minicucci, emitió un comunicado anunciando que la compañía aérea estaría poniendo en tierra su flota de 65 aviones Boeing 737-9 durante unos días para realizar controles de seguridad. «Cada avión sólo volverá al servicio después de completar inspecciones de mantenimiento y seguridad», dijo Minicucci. La orden de la FAA extiende la puesta en tierra a «aproximadamente 171 aviones en todo el mundo» que son operados por aerolíneas estadounidenses o se encuentran en territorio de EE. UU.
Antecedentes y contexto del Boeing 737 Max
El Boeing 737 Max ya había sido puesto en tierra anteriormente durante casi dos años después de accidentes fatales en 2018 y 2019. En el accidente de 2018 en Indonesia, murieron todas las 189 personas a bordo, y otro accidente en 2019 en Etiopía resultó en la muerte de 157 personas. En 2021, Boeing acordó pagar 2.500 millones de dólares en un acuerdo con el Departamento de Justicia para evitar cargos criminales relacionados con los accidentes.