Recientemente captadas por un habitante japonés y publicadas en Twitter, en las cercanías de la accidentada planta nuclear de Fukushima crecieron estas particulares y mutantes Margaritas. Los habitantes y las fotografías sugieren que estas deformaciones son provocadas por las radiaciones que provienen de la planta, pero no es del todo cierto.
Si bien no es el primer caso de ‘mutaciones’ en la flora y fauna cercana a la planta nuclear de Fukushima, las Margaritas que se registraron apuntan a ser una causa natural y no por culpa de la radioactividad de la zona. Existe una condición en el crecimiento de la planta llamada ‘fasciación’ y sería la explicación a este suceso.
La fasciación produce un crecimiento poco particular de los tejidos de la planta en una forma alargada en el tallo, la raíz, el fruto o las flores. Esta se puede dar por un desbalance hormonal, infecciones, genética de la plata y sí, también el medio ambiente. Por ejemplo, insectos u otros animales que ataquen a la planta y les causan daños. Incluso un invierno rudo, con nieve, podría causarlo.
Por ahora, no hay una explicación oficial sobre estas particulares margaritas, sólo las teorías de lo que podría haber logrado este crecimiento deforme en ellas. Eso sí, recordemos que el año pasado ya se había hecho un estudio sobre las mariposas. Ellas sí se vieron afectadas por la radiación de la planta de Fukushima, con anomalías morfológicas y una baja en su población local.