Por Rodrigo Gazzaneo, vSpecialists Manager para Latam de EMC
¿Qué pasaría si una nube se condensara sobre nuestras cabezas? Definitivamente conseguiríamos algo distinto. Bueno, una situación parecida ocurre con la relación Storage y Cloud Computing.
Se habla mucho sobre virtualización como una tecnología fundamental para el desarrollo de arquitecturas de computación en la nube. Y el tema tiene sentido, pues hace tiempo que en Latinoamérica se creó un ambiente tecnológico que permite agregar entornos computacionales a una escala inédita.
Pero la virtualización no es la única tecnología. Existen otras que también son parte de esta transformación TI. Una de ella es la tecnología Flash. Y no estoy hablando del Flash de Adobe, sino de una memoria en estado sólido, que fortalece la capacidad de almacenamiento para todos estos dispositivos modernos y cotidianos con los que nos conectamos directamente a las “nubes” que utilizamos.
Conectores USB, memorias para cámaras fotográficas digitales, tarjetas para teléfonos inteligentes, tablets. Estos son ejemplos de unidades Flash. Y aunque la memoria Flash no es una tecnología nueva, su éxito entre éstos dispositivos móviles es parte de la revolución silenciosa que está transformando el universo de las TI y el mundo de los Data Centers como parte de la industria del almacenamiento; una industria altamente ligada con la Nube.
Durante años, los soportes magnéticos reinaron para formar y configurar la estructura de los Data Centers. Cintas y Discos Rígidos acumularon años de servicios; asimismo, por años, los discos rígidos ofrecieron una mejor relación precio-desempeño.
Pero el problema es que la demanda por aumentar el poder de cómputo creció vertiginosamente. Y aunque por un lado el poder de procesamiento de los CPUs con múltiples núcleos integrados evolucionó para suplir esa demanda, la tecnología de discos rígidos no. Así vemos que los Discos rígidos de 10.000 RPM y 15.000 RPM continúan siendo el límite.
Con esta brecha en las memorias dinámicas y las memorias persistentes aumentando, las posibilidades del uso del almacenamiento Flash se fortaleció como opción. Ahora surge una nueva categoría de almacenamiento, ofreciendo desempeño y precio entre discos rígidos magnéticos y memoria dinámica RAM.
Una nube más verde y más económica
El almacenamiento Flash no sólo remplaza el desempeño de varios discos duros, sino que además, por sus habilidades de concentrar el desempeño, el contenido que sería destinado para medios de rotación tradicionales tiene una demanda de desempeño agregada mucho menor, pudiendo ser atendida con discos duros más económicos y que gasten menos energía.
Por ejemplo, la división de Unified Storage de EMC descubrió que el porcentaje óptimo de almacenamiento flash que un ambiente promedio de storage debería tener para contar con resultados es del 5%, aunque se han registrado casos en que hasta un 1% de aporte con Flash se traduce en efectos significativos para disminuir el consumo de energía de la empresa.
Por ejemplo, si en un ambiente de 32TB se adopta un 5% de Flash, se reduciría el consumo de energía del Data Center en un 66%.
En suma, mientras más discos Flash tenga su sistema de almacenamiento, menos discos duros de perfil rápido, que consumen más energía, tendrá que tener su configuración, bastando discos de extrema densidad y mayor economía de espacio, energía y refrigeración.
Algunos sistemas de almacenamiento corporativo son de gran tamaño, peso y consumo eléctrico. La tecnología Flash Storage hará que la próxima generación sea más liviana, modular y económica, pero con mucho más desempeño y escalabilidad, gracias a la tecnología de almacenamiento Flash.
Todo profesional ligado a la industria de TI que se relaciona con infraestructura y diseño de Data Centers y redes debe preocuparse por conocer y adquirir con mayor detalle esta tecnología. Y es que con el avance de esta tecnología aplicada, ya es probable que su empresa puede estar usando Flash ¡y usted aún no se entera!