Este es un viejo clip (2010), pero que no deja de sacar más de una sonrisa a los fanáticos de Star Wars.
Patrick Boivin, desde pequeño, tenía la idea de querer un AT-AT de mascota; ojo, pero no cualquiera… más bien, un perro AT-AT.
Ya que en la realidad no iba a suceder, decidió hacerlo a través de esta notable producción audiovisual; recreando distintas situaciones comunes que suceden con un perro.