Investigadores de Japón enviaron al espacio al primer satélite de madera en una iniciativa desarrollada por la Universidad de Kyoto y la empresa Sumitomo Forestry. Este satélite, llamado «LignoSat», fue diseñado específicamente para probar la resistencia de la madera en condiciones espaciales y fue lanzado a bordo de una misión de SpaceX hacia la Estación Espacial Internacional (EEI) y se liberará posteriormente en una órbita de aproximadamente 400 kilómetros sobre la Tierra.
La construcción de LignoSat utiliza madera de hinoki, una especie de magnolia japonesa, ensamblada sin tornillos ni adhesivos utilizando técnicas artesanales tradicionales. Y los científicos —para llegar a esta elección— realizaron un experimento de diez meses en la EEI que concluyó que el hinoki es el tipo de madera más adecuado para soportar las duras condiciones del espacio, donde las temperaturas oscilan entre -100 y 100 grados Celsius cada 45 minutos.
Una de las funciones del LignoSat será medir cómo la madera soporta estos extremos y su capacidad para reducir el impacto de la radiación espacial en componentes electrónicos. Además, el equipo planea que el satélite permanezca en órbita durante seis meses, observando de cerca los efectos de la exposición prolongada en sus materiales.
Ventajas ambientales del satélite de madera
Los investigadores japoneses consideran que la madera es una alternativa viable a los materiales convencionales utilizados en la construcción de satélites, como el metal, ya que presenta varias ventajas ambientales. En el caso de los satélites de metal, el proceso de desintegración al reingresar a la atmósfera terrestre genera partículas de óxido de aluminio, un contaminante que contribuye a la acumulación de residuos espaciales. En contraste, un satélite de madera se quemaría completamente al reingresar, liberando menos sustancias contaminantes.
Otro de los beneficios que presenta este satélite de madera en el espacio es su durabilidad. En el entorno espacial no existen factores que deterioren la madera, como la humedad o el oxígeno, por lo que el material no corre riesgo de pudrirse o inflamarse. Los expertos sugieren que, a largo plazo, el desarrollo de satélites de madera podría ayudar a reducir los desechos espaciales, un problema que preocupa a la industria aeroespacial debido a la creciente acumulación de satélites y otros fragmentos orbitando alrededor de la Tierra.
Kenji Kariya, gerente del Instituto de Investigación Tsukuba de Sumitomo Forestry, destacó que el uso de madera en el espacio podría abrir nuevas oportunidades para la industria maderera en Japón. La misión de LignoSat explora la viabilidad de este recurso natural en proyectos de infraestructura espacial y también es un primer paso en una visión de futuro que contempla la plantación de árboles y la construcción de estructuras de madera en la Luna y Marte en las próximas décadas.