Grupos de hackers vinculados a Irán, Rusia y China han incrementado sus operaciones en Estados Unidos en un intento por influir en las elecciones presidenciales de 2024. Según un informe de Microsoft y agencias de inteligencia estadounidenses, estas actividades en línea abarcan desde ataques de desinformación hasta la exploración de vulnerabilidades en Webs relacionados con elecciones y medios de comunicación. La intervención se centra en sembrar desconfianza entre los votantes y potencialmente manipular la percepción pública sobre los candidatos en competencia.
Un grupo iraní, conocido como «Cotton Sandstorm» y supuestamente dirigido por la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, ha sido identificado por sus acciones de reconocimiento en Webs de estados claves en Estados Unidos, incluyendo medios de comunicación, con el objetivo de detectar posibles vulnerabilidades. Estos ataques incluyen el envío de materiales obtenidos de la campaña del expresidente Donald Trump a organizaciones mediáticas estadounidenses, así como el incentivo de protestas antisemitismo en universidades dentro del país.
Ensuciando el proceso de elecciones
En cuanto a ataques de desinformación, se observó que el grupo ha adoptado nombres de colectivos estadounidenses, como «Bushnell’s Men», para lanzar mensajes en redes sociales y convocar a boicots. Si bien esta actividad aún no ha derivado en ataques directos, las autoridades estadounidenses están en alerta ante la posibilidad de una intensificación de sus operaciones en las semanas previas a los comicios. Microsoft advirtió que la actividad de este grupo podría aumentar a medida que se acercan las elecciones, reflejando patrones observados en intervenciones pasadas, como las que el mismo grupo llevó a cabo en 2020 para desacreditar el proceso electoral.
Rusia y China han mantenido campañas de influencia con el mismo objetivo de alterar la percepción pública. Operadores rusos han utilizado tecnologías de inteligencia artificial para generar vídeos con deepfakes donde la vicepresidenta Kamala Harris aparece emitiendo declaraciones despectivas sobre Trump. Uno de estos videos obtuvo más de cinco millones de visualizaciones en redes sociales en menos de 24 horas. Además, trolls de Internet en línea con el Kremlin han trasladado sus tácticas de Telegram a X para captar la atención de la audiencia estadounidense, intensificando su enfoque en atacar a la campaña de Harris-Walz.
Por su parte, China ha concentrado su influencia en desacreditar a candidatos republicanos de menor escala y miembros del Congreso que defienden posturas contra Pekín. Esta campaña incluye la diseminación de mensajes antisemitas y acusaciones de corrupción hacia figuras como los senadores Marsha Blackburn y Marco Rubio. Aunque la participación de China se ha centrado en elecciones locales y estatales, el impacto de estas intervenciones es considerado por las autoridades estadounidenses como una amenaza a largo plazo para la estabilidad política.