Los ataques de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS) no son un concepto nuevo, pero han demostrado ser eficaces a medida que evoluciona el cibercrimen. En los últimos años han crecido en intensidad, así como en número, mientras que la duración de un ataque ha ido bajando a solo unas pocas horas.
Normalmente provocan la pérdida de la conectividad de la red por el consumo del ancho de banda de la red de la víctima o sobrecarga de los recursos computacionales del sistema atacado.
Estos delitos son fáciles de realizar para los ciberdelincuentes y pueden ser devastadores para las empresas. Los ataques de amplificación son muy populares en este momento, ya que se necesitan pequeñas cantidades de botnets para eliminar objetivos grandes.
De enero a agosto de 2014 la compañía de seguridad informática, Symantec, detectó un aumento del 183% en los ataques de amplificación de DNS, por lo que es el método más popular visto por la Red Global de Inteligencia de Symantec.
Según cifras de esta misma empresa, los países de donde surgen la mayoría de los ataques están encabezados por India con un 26%, Estados Unidos 17%, Singapur 9%, Vietnam 8% y China con un 5%.
¿Más DDoS para el porvenir?
La previsión para el futuro se presenta oscura, ya que esperamos ver muchos ataques DDoS durante 2015. Sin embargo, los hacktivistas que protestaban por sus creencias ideológicas no son los únicos que utilizan los ataques DDoS. También se han visto casos de extorsión donde los objetivos han sido chantajeados financieramente, así como algunos ataques dirigidos utilizando DDoS como una distracción para desviar la atención de los encargados de seguridad, mientras que el verdadero ataque se está llevando a cabo.
Dentro de los objetivos más atacados por DDoS están las empresas de servicios IT, los sitios de medios de entretención y la industria de los videojuegos.