Desde el 2015 el hotel «Henn na» en Japón era conocido como un establecimiento que apuntaba al futuro buscando ser el «más eficiente». Para dicho propósito implementó robots y asistentes para así ayudar y automatizar las acciones con sus huéspedes.
Todo esto duró 4 años. Ahora el propio hotel perdió el amor por los autómatas ya que estos terminaron siendo una molestia más que ayuda.
En total habían 243 robots en dicho establecimiento y la mitad de estos ya fueron retirados (o despedidos). Pero, ¿por qué?
Primero fueron los asistentes de voz a través del robot «Churi«. Estos se encontraban en todas las habitaciones del hotel. La gente se quejaba porque los despertaba -aleatoriamente- diciendo: «Disculpa, no entendí eso». ¿La razón? El robot creía que el usuario le hablaba mientras roncaba.
Por otro lado -otros huéspedes- se quejaron de la falta de privacidad, ya que Churi interrumpía sus conversaciones. Lo que terminó por realizar el retiro de todos ellos desde las piezas.
Más inútiles en el hotel
Aunque quienes recientemente se vieron afectados, fueron las máquinas que atendían el «front desk». Con forma humana e incluso algunos como dinosaurios, estos no fueron capaces de resolver las consultas de los usuarios.
Es más, algunos presentaron su molestia ya que tenían comportamientos erráticos en el vestíbulo. Incluyendo una lentitud y molestia por ruidos que terminaba desesperando a cualquiera que requería de estos.
Esto deja claro que la revolución de las máquinas no comenzará en un servicio de hotelería.