El multimillonario Elon Musk rechazó las acusaciones lanzadas por la fiscalía francesa contra su red social X, en una causa que investiga supuesta manipulación del algoritmo y extracción fraudulenta de datos. La compañía calificó el caso como una ofensiva con fines políticos y defendió su negativa a entregar la información solicitada por las autoridades.
La fiscalía de París envió una petición judicial el 19 de julio, exigiendo acceso al algoritmo de recomendación de X y datos en tiempo real sobre publicaciones de usuarios. La empresa respondió que no cooperaría, alegando que posee respaldo legal para no hacerlo. La fiscalía ofreció un canal seguro para proteger la confidencialidad de los datos, pero hasta el momento no recibió una respuesta formal.
El caso se centra en el algoritmo y el acceso a datos en tiempo real
El proceso comenzó en enero tras dos denuncias: una de un legislador francés y otra de un funcionario público. En julio, el caso fue elevado a una investigación penal formal, lo que habilitó a la policía a realizar allanamientos, intervenir comunicaciones y vigilar a directivos de X. Incluso, si se niegan a declarar, un juez podría emitir órdenes de arresto.
Las autoridades investigan si el algoritmo fue manipulado para interferencia extranjera, algo que la empresa niega de forma tajante. Además, X expresó preocupación por el uso de leyes vinculadas al crimen organizado en esta causa, ya que podrían justificar la intervención de dispositivos personales de empleados. Las penas por los delitos imputados alcanzan los 10 años de prisión.
La empresa también criticó la participación de los investigadores David Chavalarias y Maziyar Panahi, señalándolos como abiertamente hostiles. Chavalarias dirige una campaña llamada «Escape X», mientras que Panahi negó cualquier vinculación con la investigación y advirtió que tomará acciones legales si recibe mensajes de odio.
Tensiones políticas y denuncias de parcialidad
X aseguró que el proceso busca restringir la libertad de expresión y distorsiona la ley francesa con fines políticos. Para la compañía, los pedidos de acceso al algoritmo son parte de una ofensiva más amplia contra discursos que no se alinean con ciertas ideologías gubernamentales.
El parlamentario Eric Bothorel, uno de los denunciantes, defendió la independencia del poder judicial francés y respondió que la libertad de expresión no debe estar exenta de responsabilidad. Afirmó que la falta de supervisión puede poner en peligro las libertades tanto como la censura.
Mientras tanto, la Comisión Europea mantiene una investigación aparte sobre X por posibles infracciones a la Ley de Servicios Digitales, vigente desde 2023, que busca imponer mayor transparencia a las plataformas digitales.